Para muchas familias camboyanas, la hemofilia alguna vez significó una vida de sufrimiento y miedo. Heng Kim recuerda los desgarradores primeros años de su hijo: “Cuando empezó a caminar se le hinchaban las piernas con frecuencia. La inflamación le duraba bastante tiempo… a menudo gritaba: ‘¡mamá, ayúdame!’”. La situación era…